Tras la alarma las torres se llenan de arqueros y rápidamente comienzan a seleccionar sus objetivos.
El aceite preparado para caldear el ambiente, pobre del que se acerque a los muros.
Hay que derribar las puertas a toda costa, el grueso del ejército espera escondido en los bosques a cubierto de las flechas esperando ver un hueco para colarse.
Los York han traido una gran máquina de guerra, una impresionante bombarda de asedio que hará temblar los muros del castillo.
Las piedras son arrojadas sobre los atacantes, el asalto comienza a complicarse!!!
Duelo de arqueros desde la Torre del Castillo a la Torre de Asedio.
Nada puede impedir la avalancha sobre los muros del castillo, rápidamente los defensores intentan repelerla por todos los medios.
Los defensores intentan cortar la entrada de la Torre de Asedio para que no accedan más asaltantes pero sufren la terrible carga de los "scurrers" .
¡Fuego de cobertura! -Que no tiren el aceite hirviendo.
-¡Por Eduardo IV! -Expulsad a esos traidores.
En los pueblos de los alrededor se producen escaramuzas. Se libran pequeñas batallas por toda la zona.
