En algún lugar de Rusia, en alguna destruida ciudad olvidada, donde cada palmo ganado al enemigo es una victoria.
El Comisario fuera de sí, da ordenes como un enloquecido, terminó matando a su propio teniente al ver la ineficiencia de sus tropas.
Los rusos comenzaron a salir por todas partes apoderándose de todos los edificios vacios hasta que se encontró de frente sólo a unos metros con el enemigo.
La LMG abre fuego contra el edificio contiguo, era de vital importancia desalojar toda unidad enemiga.
El Sdkfz 231 de apollo a los paracaidistas en una calle en tierra de nadie, pronto le llegaría su fin.
El jefe de carro del KV-2 da instrucciones al conductor para poder penetrar por las calles de la ciudad. Pronto se darían cuenta de su error al meterse por calles estrechas.
El Sdkfz 231 de apollo a los paracaidistas en una calle en tierra de nadie, pronto le llegaría su fin.
El KV-1 se adentra en la ciudad, con un imponente aspecto, y fuera del alcance de los panzerfaut alemanes.